
El libro lo componen cuatro ensayos. En esta reseña me referiré al tercero de ellos: La posmujer en el hogar, pp. 186-238
En él se realiza un análisis histórico, minucioso y documentado, del trabajo del hogar desde la Edad Media
Al parecer, hasta el siglo XVIII el trabajo del hogar era poco apreciado por sí mismo en Occidente, incluso por parte de las mujeres. Es a partir del siglo XVIII, y sobre todo durante el XIX cuando se forja la idea de “ama de casa” que conocemos actualmente, primeramente en los ambientes burgueses, y más tarde se extiende a toda la sociedad. Se exaltan y magnifican sus cualidades, se perfilan sus funciones como peculiares de la mujer y diferentes de las del varón, y se pondera su sentido del sacrificio y su dedicación a la vida, la educación y a la felicidad de la familia. Se habla incluso de ángel del hogar y sacerdotisa o vestal del templo doméstico. Esta retórica se mantiene hasta los años
