jueves, 24 de febrero de 2011

Inteligencia doméstica


Entiendo por inteligencia doméstica un modo de pensar peculiar, que se ejercita sobre todo en el hogar, pero puede y debe aplicarse a cualquier ámbito de la cultura.

Este pensamiento se caracteriza por 5 notas:

1) Es un pensamiento encarnado y personalista, es decir, se desarrolla a partir de los lazos personales. De entre estos lazos, los principales son los familiares: matrimonio, filiación y fraternidad. Y dado que estas son las relaciones sociales primarias, podemos afirmar que el pensamiento doméstico está intrínsecamente abierto a la sociedad, es eminentemente cívico y solidario.

2) Es un pensamiento artesanal. Significa que tiende a traducirse en trabajo artístico-técnico de calidad (acción poiética).
A este propósito dice el eminente sociólogo Richard Bennet que “hacer es pensar”; nosotros añadimos “hacer es también decir, enseñar y dar”.

3) Es pensamiento en red: tiende a conciliar en la práctica asuntos muy heterogéneos, y armonizar lo concreto con lo universal. Es sintético y pragmático.

4) Es pensamiento emocional. Sabe interpretar los sentimientos, no sólo dominarlos, y leer en ellos mensajes y llamadas tácitos.

5) Es pensamiento complementario. Dialoga con el sexo opuesto, se pone en su lugar y cuenta con su colaboración específica. El pensamiento doméstico intensifica la masculinidad y la feminidad y se desarrolla en un ambiente de admiración y respeto entre ambos.

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